TIEMPOS
LITÚRGICOS
Adviento: es un
tiempo de cuatro semanas que comprende desde el inicio del año litúrgico hasta
el 24 de diciembre. Es un tiempo con un cierto carácter penitencial, y de
espera del Señor, tanto de su primera venida como niño en Belén, como de la
segunda venida en gloria y majestad.
Navidad: es el
tiempo que celebramos la manifestación de Dios en Jesús, comprende la Navidad,
así como la Epifanía (popularmente llamada Reyes) y el Bautismo del Señor, es
decir, los tres acontecimientos con los cuales el Señor se manifiesta encarnado
al mundo. Dura desde el 25 de diciembre hasta el domingo siguiente a la
Epifanía.
Tiempo
Ordinario: terminado el tiempo de Navidad, comienza el largo tiempo
ordinario, o "tiempo durante el año", que dura en total 34 semanas,
aunque está dividido en dos partes: la primera es entre cinco y nueve semanas
(dependiendo de cómo caiga cada año la Pascua), y la segunda es desde
Pentecostés hasta el fin del año litúrgico. El último domingo (el 34º) es la
Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
Cuaresma: es un
tiempo marcadamente penitencial, de 40 días, contados desde el miércoles de
Ceniza hasta el domingo de Ramos.
La Semana
Santa y su núcleo, el Santo Triduo Pascual (Jueves Santo por la tarde a Domingo
de Resurrección), no se consideran un "tiempo litúrgico", pero son el
centro y motor de todo el año litúrgico y sus tiempos.
Tiempo
Pascual: es un tiempo de gozo y alegría, que se extiende 50 días, desde
el domingo de Resurrección hasta la fiesta de Pentecostés, que es una antigua
fiesta judía que conmemoraba las cosechas, cincuenta días después de la Pascua,
y que para nosotros los cristianos celebra el tiempo en que Dios, por medio del
Espíritu Santo, cosecha en la tierra el fruto de la pascua de Jesús.